Exposición nº5.


Nosotros Robots.

Exposición en la Fundación Telefónica.

        La sexta exposición obligatoria, tenía una temática diferente: los robots. En la exposición se recogía la historia de estos, su funcionamiento y sus funciones, los límites que tienen o deberían tener, por qué existen, su influencia en el arte, etc.
       De primeras, muestran una cronología de la evolución y los aparatos robóticos más significativos a lo largo de la historia, incluyendo el aspirador Roomba (al parecer uno de los más revolucionarios hasta el momento). Por mentira que parezca, el primer robot, apareció mucho antes del siglo XIX. Fue con el ingenioso Leonardo Da Vinci, quien inventó el Autómata Humanoide, destinado a servir en la guerra, asemejándose a los movimientos naturales de una persona. Esta es una clara muestra que desde siglos muy pasados, el ser humano sueña con los robots. Más tarde, a partir de este punto de partida, aparecerán casos como los autómatas, juguetes mecánicos, como muñecos sacando conejos de chistera, siempre con el fin de acabar imitando una acción humana.
        En esta exposición además de los hitos, también hablan de las emociones de estas máquinas revolucionarias, tanto las que podrían desarrollar ellos mismos como los que podemos desarrollar nosotros hacia ellos. Hay un complejo punto en esta parte y es qué pasaría si llegaran a ser igual a nosotros. En verdad, al ser humano no le gusta la idea de que puede ser sustituido, por ello, entre el robot que más humano parece y el ser humano como tal, hay un punto de inflexión llamado, El valle inquietante. Este nos alejará siempre de la posibilidad de que nos robots sean iguales a nosotros. Sin embargo, para tener una buena convivencia, es esencial que exista una empatía mutua.
        Otra parte muy interesante, ha sido la incluencia que ha tenido en la imaginación de tantos artistas, especialmente en el cine. Por lo general, el robot siempre es un personaje malo, sin embargo en la primera película en la que un robot es el protagonista, es un personaje bueno (Metrópolis, de Fritz Lang). Este mundo del cine ha dado paso también a que los robots, sean auténticas estellas de cine, como es el caso de R2-D2, en Star Wars, o el personaje T-800 en la película Terminator.
        En este recorrido por el mundo de la robótica, han dejado claro que estos robots han de estar totalmente a nuestro servicio. Aunque hay que conotrolar su desarrollo, los robots están para hacer la vida del ser humano más sencilla, de esa idea nace la colaboración mutua que debe existir entre las dos "especies".
        Para concluir, personalmente, ha sido una exposición fascinante, todos aquellos datos que no creí llegar a imaginar, estaban ahí. Toda la exposición estaba bien extruturada y cada punto, desde el principio hasta el final ha sido fuente de pura información. Una muy buena experiencia.



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